Chicago, la ciudad del viento

Otro de mis grandes viajes, sin duda, ha sido Chicago. He estado un par de veces y, el que diga que las segundas partes nunca fueron buenas, miente. 

Mapa 

Chicago no tiene nada que envidiar a Nueva York, con la que se le compara mucho. Es más, diría que la supera en ciertos aspectos. No tiene tanto turismo y no está tan masificado, por lo que puedes disfrutar de este lugar como un ciudadano más y sin encontrarte a un español cada dos metros. El único 'pero' que le pongo es el frío que hace. 

Vistas desde el avión

La llaman la ciudad del viento y no se equivocan. La primera vez que fui (navidad), llegamos a alcanzar los -15 grados; esta última (marzo), no llegamos a estar por debajo de 0. 

Downtown

Vistas de la ciudad

Aún así, nosotros íbamos perfectamente equipados con las famosas camisetas y pantalones térmicos, regalo de mi padre :), por lo que no lo notamos tanto en el cuerpo como en la cara. 

Centro de Chicago

Como toda gran ciudad, Chicago tiene miles de sitios que descubrir, por lo que dedicamos nuestro viaje a caminar, caminar y más caminar. Todos los días salíamos desde nuestro hotel The Whitehall (en el mapa indicado), situado al lado del John Hancock Observatory y nos dirigíamos hacia el sur de la ciudad. 

Ya que hablamos del observatorio, decir que tiene las mejores vistas de toda la ciudad, para mi gusto mejores que las que se pueden ver desde la Torre Sears, llamada ahora la Torre Willis. Era el edificio más alto del mundo en el año de su construcción y en la actualidad sigue siento el más alto de EEUU (a la derecha de la foto, el edificio negro con dos antenas).

Vistas desde el J. H. Observatory

Navy Pier desde el observatorio

Subimos a los dos observatorios y, repito que las vistas son más bonitas desde el primero, pero la Torre Sears tiene algo muy característico y espectacular: su mirador transparente y que hace sentirte sobre la ciudad literalmente. Una sensación realmente espectacular y que en un principio incluso asusta.

Mirador Torre Sears

Vistas de la Torre Sears

Caminar por Chicago es una maravilla para todos aquellos a los que les guste la arquitectura. Sus edificios son únicos y cada uno de ellos alberga algo de historia. Podemos encontrar edificios propios del s.XIX junto a edificios recientemente levantados y el contraste nunca deja de sorprenderte. 

The Water Tower

Downtown Chicago

Tienda de palomitas

Si caminamos toda la Avenida Michigan hacia el sur de la ciudad, es parada imprescindible detenerse a ver los puentes del Loop. 

Loop

Puente del Loop

Seguimos bajando y nos encontramos el famoso Millennium Park. Este parque es uno de los más conocidos de la ciudad y, probablemente, el más visitado por los turistas. Nada más entrar en él, nos encontramos con la Cloud Gate, conocida por todos como el haba de Chicago y en la que se pueden hacer unas fotos espectaculares con los edificios reflejados en ella. 

Salto frente a la Cloud Gate

Cloud Gate

Justo al lado nos encontramos con la Fuente Crown, donde se proyectan imágenes de ciudadanos anónimos de la ciudad, pero cuidado ¡de vez en cuando echan agua por la boca!

Fuente Crown en Millennium Park

Patinando

Además en los meses de invierno colocan una pista de hielo, en la que puedes alquilar los patines y probar suerte.

Seguimos bajando hacia el Chicago Museum Campus pero esta vez bordeando el lago Michigan y disfrutando del skyline de la ciudad. 

Playa Chicago (Lago Michigan)

Orillas Lago Michigan

Esta zona es característica como su propio nombre indica, por concentrar los grandes museos de la ciudad: el acuario, el Field museum, el planetario Adler y el Soldier Field. Decir que los museos allí son bastante espectaculares. Nosotros decidimos sacarnos el City Pass que te permite la entrada a varios de estos museos, subidas a los observatorios y te ahorras un 50% del total. 

Vistas desde el Museum Campus

Field Museum

Si hablamos de gastronomía, no sé ni que decir...Simplemente disfrutamos muchos de aquellos días. Cada día lo dedicamos a probar cosas nuevas. Cerca del Campus sabíamos de un mexicano, recomendado por una web de internet y que, definitivamente, dio en el clavo: Zapatista. 

Por favor, si alguien va y le gusta la comida mexicana, lo recomiendo al 150%. Os pongo una foto con lo que comimos ese día: nachos con guacamoles, fajitas, arroz, frijoles...¡todo increíble, auténtico y barato!

Zapatista

También quisimos visitar Chinatown. No es una zona tan grande como en otras ciudades pero también tiene su rincón reservado en Chicago. Allí comimos en un restaurante, Phoenix, recomendado por otra web y que también acertó.

 Siempre pedimos lo típicos pero no pude irme sin probar los típicos dumplings. Una vez en aquella zona es muy curioso dar una vuelta por la mini-ciudad que se han creado, entrar en pastelerías típicamente chinas (donde me comí un bollo riquísimo); en los supermercados y ver tortugas a la venta ¡para comer!, todo un espectáculo...

Comida en Phoenix - Chinatown

Chinatown

Pero ahora sí, el plato fuerte: Stuffed Pizza. La mejor pizza que he comido en mi vida, ni siquiera en Italia. De hecho no tienen nada que ver estas pizzas con las que aquí conocemos. Giordano´s es el restaurante por excelencia de estas famosas pizzas, de las que no puedes dejar de comer si vas a visitar la ciudad. 

Se trata más bien de un pastel de pizza, ya que el 80% está hecho de queso, una masa buenísima y un tomate delicioso. Si vais no comáis con la vista...con una pequeña coméis dos personas y os sobra. Yo ya la había tomado la vez anterior y lo primero que hicimos nada más llegar a la ciudad fue dirigirnos allí y disfrutar de ese manjar...

Giordano´s

Su cara al verla

Stuffed pizza

No puedo mostrar todo lo que probamos en aquel viaje pero también quiero hacer mención a las hamburguesas de Billy Goat Tavern. Nada más entrar allí sientes que has retrocedido en el tiempo.Es un lugar que se encuentra muy escondido debajo de un puente y en el que nunca entrarías por tu propia voluntad pero merece la pena tomar allí una doblecheese-burguer con unas chips de acompañamiento y una buena cerveza. 

Podría seguir escribiendo mil cosas más pero creo que lo mejor es ir, sentirlo en primera persona y ver aquella maravilla iluminada de noche.

Harry Carays

Loop de noche