Hace un par de semanas estuve pasando tres días por la ciudad de los canales. Esta vez aproveché que mi familia iba y conseguí unirme al viaje.
Al ser verano, teníamos un poco de miedo por ciertos comentarios que la gente nos había dicho: los turistas, los olores, ratas...¡Nada de eso! Bueno sí, turistas sí, muchos turistas; por lo demás, una ciudad preciosa, curiosa de visitar, aunque muy cara.
|
Góndolas en Venecia |
|
Vistas desde el Gran Canal |
|
Plaza San Marcos |
|
Un canal cualquiera |
Nos alojamos en un 4 estrellas, Hotel Palazzo Priuli, a unos 8 minutos andando de la Plaza San Marcos. Un hotel muy pequeñito pero acogedor, con un desayuno bastante rico.
Teníamos dos días completos para visitar la ciudad, por lo que uno de ellos lo dedicamos a Venecia y el otro a visitar la isla de Burano, que no Murano. Según habíamos leído, merecía mucho más la pena Burano. famosa por ser un pueblo en el que todas su casas son de colores. Pareces estar sumergido en un cuento de niños.
|
Fachada de una casa en Burano |
|
Burano |
|
Burano |
"Pateamos" todo Venecia, en busca de rincones, callejones, restaurantes no tan turísticos y monumentos; y todo esto, lo encontramos.
|
Dulces típicos |
|
Vistas al Puente de los Suspiros |
|
Famosas máscaras venecianas |
Sin duda, no me sorprende que haya tantos artistas vendiendo sus obras en la calle, ya que cada rincón de Venecia merece una foto y por tanto, un cuadro.
El último día tuvimos suerte ya que amaneció lloviendo, parecía que estaba esperando a que nos fuésemos. Nuestro taxi estaba esperando para llevarnos al aeropuerto.
|
Taxis privados |