Mix español

No sé si os pasa a vosotros también, pero muchas veces pienso que me encanta conocer sitios fuera de España y no conozco ni la mitad de lo que debería conocer de mi propio país. 
Este invierno he hecho algunas escapadas para intentar conocer algunas ciudades cercanas a Madrid que tenía ganas de visitar. Os dejo algunas fotos de estos mini-viajes en los que desconectar un poco de la rutina, degustar los platos típicos y recorrer nuestra geografía española. 

Salamanca:
Vistas de Salamanca

Plaza Mayor en Salamanca

Salamanca

Plaza Mayor de Europa 2008
Ávila:
Muralla de Ávila
Callejeando por Ávila

Típico
Logroño:
Camino de Logroño

Bodegas Marqués de Riscal

Bodega
Segovia:
Vistas Segovia

Catedral de Segovia

Sala en Alcázar de Segovia 

Cochinillo 

Acueducto de Segovia


De ruta por Croacia


Por fin, puedo ponerme a escribir algunos post sobre mis vacaciones de este verano. Un poco tarde, lo sé, pero es que realmente no he tenido tiempo de escribir sobre este viaje. Prefería hacerlo bien. 
En este caso hablaré sobre Croacia y la ruta en coche que hicimos a mediados de agosto desde Dubrovnik hasta Split, pasando por islas maravillosas y llenas de encanto.


Antes de comentar un poco cada una de las ciudades que visitamos, aclarar algunas cosillas útiles para todo aquel que vaya a viajar al país.
Respecto al alojamiento, nosotros nos alojamos todas y cada una de las noches en sobes o lo que es lo mismo habitaciones en casas privadas. Allí es muy típico ese tipo de alojamiento y, por supuesto, mucho más económico que un hotel en plena temporada alta. Los precios oscilaban entre 42 y 55 euros la noche para dos personas. Probablemente, los habrá incluso más baratos pero intentamos buscar a través de booking algo que tuviera buenos comentarios y, la verdad que por 25 euros la noche y persona no podíamos pedir más. 
Para poder hacer este recorrido alquilamos un coche durante los 8 días que duraba el viaje. Lo reservamos a través de una página que se llama economycarrentals.com y lo conseguimos por unos 240 euros, en mi opinión bastante bien de precio teniendo en cuenta que son 8 días y que nos dieron un Opel Corsa nuevo con menos de 1.200 Km.


En cuanto al cambio de moneda, mucha gente se pregunta si cambiarlo en España, casas de cambio, bancos, allí mismo... pues bien según había leído en otros blogs, hice lo que me aconsejaban: cambié unos 40 euros al llegar al aeropuerto y el resto íbamos cambiándolo en cada una de las ciudades, en las casas de cambio. En ciertas ciudades en cambio era realmente bueno.
El tema ferrys, llevaba los horarios impresos desde aquí, aunque allí los consigues en cualquier oficina de tickets. Lo recomendable es estar mínimo una hora antes de la hora de salida y dejar el coche en la cola. Una vez se ha aparcado el coche, ya sí ir a la ventanillas y comprar los tickets. Los coches suelen embarcar unos 20 minutos antes, por lo que hay que estar pendiente. 
Por lo demás, vamos organizando sobre la marcha y en nuestro caso, todo fue PERFECTO.

Dubrovnik:



  

Volamos desde Madrid con Iberia y a mediodía ya estábamos en la ciudad croata. Mucho calor y mucha gente. La entrega del coche fue rápida, el coche un "juguetito" y ponemos rumbo al sobe: Villa Bonaca. Ubicado a unos 10 minutos andando del centro, con una habitación perfectamente limpia, nueva y una terraza estupenda. 
La ciudad merece la pena verla, sus murallas, sus monumentos, sus suelos de mármol... Eso sí, muchos turistas, por no decir que todos eran turistas. 
Para cenar en un sitio bonito y bastante económico Magellan. Un restaurante con toques tradicionales pero vanguardista a la vez, perfecto para una cena romántica. ¿Lo mejor? Su postre de chocolate!!!


Makarksa
Ponemos rumbo a Makarska y el recorrido nos lleva unas dos horas y media. La carretera llena de curvas pero merece la pena por sus vistas. Todo el recorrido lo haces paralelo a la costa y es espectacular.




El sobe en el que nos alojamos en este caso era: Apartmani Daniela, en la misma ciudad.
Pasamos el día en la playa de Krvavica y por la noche recorrimos el puerto de la ciudad, sus puestecitos y restaurantes. 




Bol - Isla de Brac:


Al día siguiente madrugamos para coger el primer ferry de nuestro viaje con destino a la Isla de Brac, concretamente a  la ciudad de Bol. El recorrido dura unos 50 minutos y una vez allí con nuestro coche nos dirigimos a SD House.




Lo más famoso de esta ciudad es la llamada playa del Cuerno de Oro. Una playa preciosa y conocida por acabar en punta y tener mar en los dos lados de ésta. Realmente, la única playa como tal que pudimos encontrar.



Split:
una vez más cogemos un ferry y nos plantamos en el puerto de Split. En este caso nos alojamos en  Apartments Priska por 53 euros los dos. La verdad que nos asustamos cuando vimos el portal, parecía un edificio abandonado, pero resultó ser perfecto.




La ciudad es preciosa, su largo paseo por el puerto está lleno de vida, de restaurantes, bares de copas y con un precioso atardecer. 
Hvar:
Tras pegarnos el mayor madrugón del viaje y tras dos horas de ferry, llegamos a la mejor isla de todas. Una isla que recuerda a Ibiza por su ambiente, a Marbella por su glamour y al paraíso por sus edificios y sus paisajes. Una maravilla.













En cuando al alojamiento, sin duda también uno de los mejores, una terraza ESTUPENDA y el más barato de todos: Apartments Stefica, 21 euros la noche cada uno.
Ya nos habían avisado de que merecía realmente la pena por lo que nos quedamos dos noches en esta ciudad. Uno de los días lo aprovechamos descansando al sol, en un par de tumbonas-camas, a la orilla del mar, al lado del famoso Hula-Hula (chiringuito de la playa) y con música de fondo. 
El segundo día, alquilamos una barca con motor por 50 euros/día, para poder visitar las islas Pakleni, situadas en frente de Hvar. Es de las mejores cosas que pudimos hacer y que más mereció la pena, al principio no era tan fácil como creíamos pero al final del día eramos unos expertos al mando ;)



Pasamos un día genial, echábamos el ancla en cualquier playa y disfrutábamos de la naturaleza, del agua azul y degustando nuestros bocatas de jamón y queso.
Muy recomendable ver el atardecer en la playa donde se encuentra en Carpe Diem, tomando un buen mojito. 
Por la noche en cualquier restaurante del puerto se cena bien y no muy caro, nosotros una de las noches quisimos darnos un homenaje romántico y cenamos en el restaurante Palm situado en la terraza del Hotel Palace, todo riquísimo y aunque pudiera parecer carísimo, cenamos por 52 euros los dos sin privarnos de nada.



Dubrovnik:
Tras estos dos días espectaculares nos disponemos a coger el ferry de vuelta a tierra firme y para ello tenemos que conducir casi 2 horas y media por la llamada carretera del infierno, con destino a Sibenik y de ahí a Drvenik. La carretera es realmente mala pero los paisajes merecen la pena. Una vez estamos en Drvenik cogemos carretera para pasar nuestra última noche en Dubrovnik. Una última vuelta por el centro de la ciudad, una cenita saludable y al día siguiente nos vamos a casa. Madrid nos espera.



Recomiendo este viaje a 100%. Sin ninguna duda espero volver algún día para visitar el norte del país.